CAMINATA CONTRA LA INTOXICACIÓN ACÚSTICA

Participaron en el evento las siguientes entidades: Dirección Provincial de Salud del Guayas, Dirección de Salud e Higiene del M.I. Municipio de Guayaquil, del Colegio de Médicos del Guayas y la Federación Médica Ecuatoriana.

El Instituto Bolivariano y FUMCORAT formularon un llamado a los diferentes entes Gubernamentales y demás entidades responsables a seguir fortaleciendo medidas que contribuyan a la Salud Publica de la Colectividad Ecuatoriana.

En presencia de ruido, el organismo adopta una postura defensiva y hace uso de sus mecanismos de protección. Se han podido observar efectos vegetativos como la modificación del ritmo cardíaco y vaso constricciones del sistema periférico. Entre los 95 y 105 dB (decibelio: unidad de medición del sonido) se producen afecciones en el riego cerebral, debidas a espasmos o dilataciones de los vasos sanguíneos, además de alteraciones en la coordinación del sistema nervioso central; alteraciones en el proceso digestivo, dadas por secreciones ácidas del estómago las que acarrean úlceras duodenales, cólicos y otros trastornos intestinales; aumento de la tensión muscular y presión arterial; cambios del pulso y modificaciones negativas en el electroencefalograma; dilatación de la pupila, alterando la visión nocturna, además de estrechamiento del campo visual; entre las alteraciones psíquicas que provoca el ruido tenemos: el stress, trastornos del sueño, efectos sobre la memoria, la atención y el procesamiento de la información. Se ha observado que las madres embarazadas que han estado expuestas a zonas muy ruidosa después de los 5 meses de gestación (en ese periodo el oído se hace funcional) el feto sufre alteraciones, ya que después del parto los niños no soportan el ruido, lloran cada vez que lo sienten, y al nacer su tamaño es inferior al normal.

El ruido es un factor de riesgo para la salud de los niños y repercute negativamente en su aprendizaje. Educados en un ambiente ruidoso se convierten en menos atentos a las señales acústicas y sufren perturbaciones en su capacidad de escuchar y un retraso en el aprendizaje de la lectura. Dificulta la comunicación verbal, favoreciendo el aislamiento y la poca sociabilidad.

La exposición al ruido provoca afecciones, disminuye la actividad de los órganos digestivos, acelerando el metabolismo y el ritmo respiratorio, irritabilidad, hipertensión, cefaleas, taquicardias, sensación de cansancio, hipoacusia temporal y sordera permanente, aceleración cardiaca, problemas de insomnio y disminución de la capacidad sexual, al tiempo que contribuye al aumento de accidentes, fatiga psíquica, etc., entre otros trastorno.